NO ESTAS SOLO O SOLA EN ESTE MUNDO. si te gustó un artículo, compártelo, envialo a las redes sociales : Twitter, Facebook

viernes, 28 de junio de 2013

desertificación

Controlar la desertificación

Si se considera la muy pequeña cantidad de embalses nuevos construidos en la pasada década, se puede calibrar el atraso de esta política pública, que este plan busca revertir...


Mientras la ciudadanía destina su atención a las elecciones primarias y a las propuestas de los candidatos que participan en ellas o que esperan la primera vuelta de noviembre, muchos de los cuales plantean cuestionamientos de grueso calibre al modelo que nos ha llevado a la posición de privilegio en la región de que hoy disfrutamos, el país continúa desenvolviéndose en medio de dificultades poco consideradas. Así, una serie de problemas, por ser rutinarios y pertenecientes al impersonal ámbito de los fenómenos naturales, no parece suscitar atención alguna, pues no se traducen fácilmente en culpas atribuibles a alguno de los conglomerados políticos.


Sin embargo, no por ello son menos importantes. En una cruda y oportuna columna en este diario, el Presidente de la República ha llamado la atención sobre los esfuerzos que hoy son necesarios para controlar el avance del desierto, que amenaza continuar disminuyendo las zonas cultivables, castigando con eso a quienes obtienen su sustento de ellas, así como a los consumidores finales, que ven disminuida la oferta y aumentados los precios de los productos que esa tierra puede entregar. Se estima que la velocidad de avance del desierto en dirección al sur -a la Región Metropolitana- es de unos 400 metros por año, y potencialmente unos 48 millones de hectáreas de nuestro territorio -es decir, prácticamente dos tercios de él- pueden caer en diversos grados de desertificación.


Las formas de combatir dicho avance tienen dos direcciones complementarias de trabajo. Por una parte, la plantación de árboles que sirvan de ancla a vida biológica, y que ambos, árboles y la flora que los acompañe, detengan el avance de la arena a resultas del viento. Por otra, la construcción de embalses, para dar mayor factibilidad a la transformación de tierras de secano en agrícolas, constituyéndose así en poderosos muros contenedores del avance del desierto. Se justificaría emular el ejemplo de Natal, en Brasil, donde las dunas que cruzan la ciudad se han transformado en un santuario de la naturaleza, controlado en su tamaño mediante la preservación de la vegetación que lo cubre y mantiene, y protegido de las visitas humanas mediante rejas respetadas por la población, lo que le confiere un aspecto benigno, como un ecosistema típico de la región, pero sin los potenciales peligros que esas dunas podrían conllevar.


El Gobierno ha anunciado un plan de corto plazo -plantar mil hectáreas de algarrobos en las cercanías de la Región Metropolitana-; otro para el mediano plazo -plantar 17 millones de árboles, simbólicamente uno por cada chileno, en todas las zonas amenazadas-, y, en fin, impulsar un plan de construcción de 16 embalses de riego en lo que resta de esta década, para regar las zonas en riesgo y levantar por esa vía muros biológicos controladores del desierto. Si se considera la muy pequeña cantidad de embalses nuevos construidos en la pasada década, se puede calibrar el atraso de esta política pública, que este plan busca revertir.


Esta iniciativa, ajena al foco noticioso, merece atención en momentos en que se debate cómo debe nuestro país utilizar los fondos de los contribuyentes. Es obvio emplearlos para asegurar educación a quienes sí lo necesitan, pero debería pensarse con mucho cuidado si tienen sentido las promesas de entregar fondos públicos para que estudien en la universidad los deciles más ricos de la población. Porque por mucho que dichos fondos provengan de impuestos pagados por ellos mismos, siempre tienen mejores destinos alternativos. Por ejemplo, combatir el avance del desierto, antes de que sea demasiado tarde.






































































Fuente:emol

Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
Diplomado en Coaching Ejecutivo ONU( 
  • PUEDES LEERNOS EN FACEBOOK
 
 
 
 CEL: 93934521
Santiago- Chile
Soliciten nuestros cursos de capacitación  y consultoría en GERENCIA ADMINISTRACION PUBLICA -LIDERAZGO -  GESTION DEL CONOCIMIENTO - RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL – LOBBY – COACHING EMPRESARIAL-ENERGIAS RENOVABLES   ,  asesorías a nivel nacional e  internacional y están disponibles  para OTEC Y OTIC en Chile

desertificación

Aspectos económicos de la desertificación, la degradación de las tierras y la sequía

Aspectos económicos de la desertificación, la degradación  de las tierras y la sequía
  

(Biblioteca ONU-Agua) La primera parte de este documento estima los costos de la desertificación, la degradación de la tierra y la sequía y, a la inversa, los beneficios de la gestión sostenible de la tierra en diferentes partes del mundo. También se presta atención a los costos (costos de implementación, de transacción y de oportunidad) asociados a la modificación de las actuales prácticas de uso del suelo para ser más sostenible.

La última parte del documento da ejemplos de los vínculos y las sinergias de las tres cumbres de Río. En particular, sostiene que existe un margen significativo para la incorporación del uso de instrumentos económicos para hacer frente a la pérdida de la biodiversidad, la mitigación de la pobreza, la degradación del suelo y la mitigación y la adaptación al cambio climático. Esto, sin embargo, depende de una rigurosa vigilancia y del establecimiento de una base para el desarrollo de indicadores armonizados biofísicos y socioeconómicos; en este sentido se han hecho avances significativos.

El documento concluye mostrando cómo estos avances pueden ayudar a las evaluaciones económicas y la contabilidad verde nacional para mejorar la toma de decisiones y la creación de instrumentos eficaces que sirvan para cambiar los incentivos que guían la forma en que gestionamos nuestras tierras.

Descargar: Documento informativo. Aspectos económicos de la desertificación, la degradación de las tierras y la sequía: Metodologías y análisis para la toma de decisiones

Temas

Fuente:

Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
Diplomado en Coaching Ejecutivo ONU( 
  • PUEDES LEERNOS EN FACEBOOK
 
 
 
 CEL: 93934521
Santiago- Chile
Soliciten nuestros cursos de capacitación  y consultoría en GERENCIA ADMINISTRACION PUBLICA -LIDERAZGO -  GESTION DEL CONOCIMIENTO - RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL – LOBBY – COACHING EMPRESARIAL-ENERGIAS RENOVABLES   ,  asesorías a nivel nacional e  internacional y están disponibles  para OTEC Y OTIC en Chile

jueves, 27 de junio de 2013

CALENTAMIENTOGLOBALCHILE:

El impacto del cambio climático en Chile

Hacia 2050 no sólo viviremos en un país más caluroso, menos lluvioso, más propenso a tormentas y con más días nublados. Una serie de paisajes se modificarán debido a la menor disponibilidad de agua y el avance de las zonas áridas, trasladando cultivos desde la zona central hacia el sur y disminuyendo la cobertura de nuestros bosques. Son las conclusiones de nuevos estudios que, más allá de los evidentes cambios, resultan fundamentales para diseñar estrategias que mitiguen los efectos del calentamiento global en Chile.

por Ricardo Acevedo - 22/06/2013 - 03:14
LinkedIn
7
790

En los Valles de Leyda y Casablanca, en la zona central, son los trabajadores que siembran y cosechan la tierra quienes más saben de cambio climático. No necesitaron conocer los reportes de Naciones Unidas ni escarbar en complicados estudios científicos para saber que el clima está cambiando de forma acelerada en unas pocas décadas. Allí no hay escépticos, tampoco ecologistas ni defensores de causas perdidas, sólo gente que ha vivido toda una vida ligada al campo. Si una planta no crece, si llueve menos, si las temperaturas son más altas o más frías, son ellos a quienes hay que preguntar. "Antes el agua de los pozos la encontrábamos cerquita, a unos ocho metros ya encontraba agua usted. Hoy tiene que hacer pozos mucho más grandes, a veces de hasta 80 metros para poder encontrar algo". No es raro hallar testimonios similares en los campos de Chile. Y la evidencia científica más reciente respalda estos relatos de primera mano, al punto que pocos dudan a estas alturas de que hemos comenzado a vivir los efectos del calentamiento global y que la actividad del hombre está detrás del fenómeno.

Este año, por primera vez, la presencia de Co2 en la atmósfera superó la marca de las 400 partes por millón, duplicando en un lapso de poco más de cien años los niveles que existían antes de la era industrial. Ningún ciclo natural es capaz de causar este efecto en tan corto período, como demuestra el hecho de que durante toda la civilización humana los niveles de dióxido de carbono se mantuvieron entre las 180 y 280 partes por millón. Lo que, según estudios de la Nasa y los paneles de expertos de la ONU, ha causado que en las últimas tres décadas la temperatura del planeta haya subido en un grado Celsius como promedio.

En Chile, el océano Pacífico tiene un efecto moderador del impacto que a nivel global causa el alza de temperatura, pero nuevos estudios revelan que aun así el país registrará cambios significativos en el clima.

Una investigación encargada por el Ministerio del Medio Ambiente al Centro de Agricultura y Medio Ambiente de la Universidad de Chile analizó los escenarios climáticos hacia 2030 y 2050. ¿Sus conclusiones? De no aplicarse medidas de mitigación, no sólo viviremos en un país más cálido, menos lluvioso, más propenso a tormentas y con días más nublados, sino que muchos paisajes se modificarán debido a la menor disponibilidad de agua y el avance de las zonas áridas. Los posibles efectos incluyen el traslado de los cultivos tradicionales de la zona central hacia el sur y la disminución de la cobertura del bosque nativo.

Claro, el informe de la U. de Chile no plantea un destino ineludible. Pero si todo se mantiene tal cual es muy posible que, así como hoy en el campo los más viejos se admiran por "lo mucho que ha cambiado el clima", nosotros tendremos que contar a nuestros nietos cómo era el paisaje chileno cuando el milenio recién comenzaba.

CLIMA MAS CALIDO

El aumento de temperatura afectará a todo el territorio. Pero si usted vive en las ciudades del interior, su percepción del cambio será mucho mayor. La cercanía del océano mitiga el impacto, porque la nubosidad y brisa marina que ingresan al continente mantienen los niveles de humedad, a lo que se suma el efecto de fenómenos como La Niña, que enfrían la superficie del mar disminuyendo las temperaturas. Por eso se estima un aumento promedio de 1,5 grados para la costa, cifra que irá creciendo a medida que se avanza hacia el interior: sobre los dos mil metros de altura, el alza podría llegar a superar los tres grados centígrados.

Si es un santiaguino acostumbrado a noches de verano más frescas, que lo alivian del calor del día, hacia 2030 lo más probable es que deba considerar sí o sí un sistema de aire acondicionado si quiere dormir bien. Porque en verano la capital registrará un aumento en sus temperaturas mínimas y máximas. Se proyecta, por ejemplo, un alza de 1,6 grados en la máxima promedio, pasando de 30,5° de ahora a 32,1° durante los eneros de los próximos 17 años. Y olvídese del frío intenso en julio: la temperatura mínima promedio se elevará 2,1 grados (de los 4,2 grados actuales a 6,3 grados).

Hacia mediados de siglo, una de las ciudades más cálidas del país será Los Andes, con máximas promedio en verano de 33,3 grados, es decir, 2,4 grados más que ahora.

Las regiones que hoy son más frías experimentarán el mismo fenómeno. Concepción, por ejemplo. Si la temperatura mínima en pleno invierno alcanza un promedio de 3,5 grados, hacia 2030 llegará a 4,4 grados, prácticamente un grado más en tan sólo 17 años. Para 2050, las temperaturas mínimas serán todavía más elevadas, llegando a los 4,9 grados en esa ciudad. Igual situación para el norte. Calama, enclavada en pleno desierto, con temperaturas máximas que subirán 1,9 grados en el verano respecto de las actuales. Sin embargo, habrá otro cambio aún más notorio en esta zona: las temperaturas mínimas extremas que suelen caracterizar el clima del desierto también aumentarán. Para mediados de siglo, el alza será de 2,5 grados, pasando de 1,3 grados a 3,8 grados la mínima promedio en invierno.

Para el doctor Fernando Santibáñez, responsable científico del estudio, los alcances de este aumento de temperatura son significativos, afectando las precipitaciones, la nubosidad y, en especial, al paisaje. No sólo tendremos que acostumbrarnos a más días nublados debido al contraste con el océano: el clima cálido aumenta la diferencia de temperatura entre el mar y la tierra firme, contraste que moviliza más aire desde la costa hacia el continente. También habrá que sumar que, mientras disminuyen las lluvias, aumentarán eventos extremos, como tormentas eléctricas y granizadas, algo similar a lo que ocurre en el trópico, pero con episodios súbitos que podrían desencadenarse en verano o invierno.

MENOS LLUVIAS

Es en este contexto que uno de los principales desafíos será enfrentar las consecuencias de la disminución de precipitaciones. Datos de la Dirección Meteorológica de Chile señalan que, en promedio, actualmente se registran 10 días menos de lluvia que hace 100 años. Y esta tendencia se acentuará. Dentro de 17 años, la capital registrará 46 mm menos de agua caída y para 2050 serán 64 mm menos. Más al norte, el escenario es peor: en Ovalle, por ejemplo, la disminución de las precipitaciones significará casi 20 mm menos de agua caída en 2030 y casi 30 mm menos en 2050. Otra zona igualmente agrícola es la de Curicó. Y ahí el tema es más marcado. En 2030 se registrarán 131 mm menos de lluvia y a mediados de siglo, la baja será de casi 180 mm.

En efecto, el estudio de la Universidad de Chile proyecta que el fenómeno se está acelerando. Uno de los ejemplos más claros en este sentido es Valdivia. Un estudio dado a conocer en 2007 por la Universidad Austral, que analizó información de estaciones meteorológicas entre Concepción y Aysén, documentó una disminución de 540 milímetros durante los últimos 71 años en la Región de Los Ríos. Pero el análisis de la U. de Chile muestra que bastarán 17 años para que esta zona registre casi 250 mm menos.

No es todo. En la zona centro sur también se presentará otro fenómeno: lloverá más intensamente en cortos períodos de tiempo, lo que impide la infiltración de agua hacia las napas subterráneas, al escurrir más rápido en la superficie. En términos simples, el agua no se alcanza a absorber (ni a acumular en el subsuelo), por lo que degrada los suelos y eleva el riesgo de desastres naturales, como avalanchas y deslizamientos de tierra. Todo esto no sólo afecta la disponibilidad de agua para la agricultura, también influye en la disminución de ecosistemas sensibles como el bosque nativo, desplazando hacia el sur climas que hoy caracterizan al Norte Chico y la zona centro sur.

Sólo en Arica y Calama se registrará un leve aumento de precipitaciones. En la capital de la XV Región, el agua caída pasará de 2 mm a 2,1 mm, mientras que en la ciudad minera subirá de 20,5 a 24,1. Un fenómeno que ya fue advertido en el estudio "Variabilidad climática en el territorio chileno en el siglo XXI", realizado por el Departamento de Geofísica y Matemáticas de la U. de Chile, donde se explica que en el Norte Grande y especialmente en el altiplano, habrá un aumento de lluvias en primavera y verano, reforzadas por el invierno boliviano.

EL DESIERTO AVANZA

En este nuevo escenario climático los bordes del desierto se extenderán un promedio de 50 kilómetros, lo que prácticamente "empujará" hacia el sur climas que hoy son propios de la zona central. "Estos cambios se manifestarán principalmente hasta el sur de la Araucanía", explica Santibáñez.

La Cuarta Región, por ejemplo, con su clima árido, de vegetación arbustiva, pero de excelencia para cultivos como las viñas, comenzará a mostrar un paisaje cada vez más parecido al desierto, donde será imposible sostener la agricultura tradicional. Santiago, en tanto, transitará de un clima semiárido a uno árido, exhibiendo un paisaje mucho más cercano al que conocemos hoy en la IV Región. En la precordillera usted encontrará menos bosques y más matorral de tipo espinoso, como el que aprecia hoy cuando viaja por carretera al Norte Chico.

"Los abuelos de mediados de este siglo van a poder reconocer este cambio en el paisaje", dice Leonel Sierralta, jefe de la División de Recursos Naturales del Ministerio del Medio Ambiente, quien explica que los límites agrícolas en el Chile más cálido se modificarán, de manera que habrá cultivos de la zona central que sólo se podrán hacer más al sur. Y los cambios ya se están apreciando. Un ejemplo es lo que sucede con frutos como el kiwi y que complica los procesos de exportación: están madurando antes de llegar a otros países. "Es muy probable que todo lo que se produce hoy hasta Talca llegue a tener mejores condiciones para ser cultivado en regiones como el Biobío y la Araucanía", explica Fernando Santibáñez.

EL NUEVO MAPA DEL VINO

Uno de los cultivos más importantes que se desplazarán es el vitivinícola. ¿Se imagina comprando un vino que fue producido en Valdivia? Esto podría ser realidad hacia 2050. Un estudio dado a conocer a fines de marzo por la Universidad Austral y el Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) explica que se perderá gran parte de la actual zona apta para viñas, pero que se abrirán nuevas áreas en lugares hasta ahora inusuales, como Talca y Valdivia.

En Chile, el área de producción de vino actualmente se extiende entre la IV Región y el Biobío, pero el aumento de temperatura y la menor disponibilidad de agua ya empiezan a notarse: el 95% de las viñas tiene problemas de suministro de agua, según el estudio. De hecho, se estima que en las actuales regiones de clima mediterráneo, como Maipo, Cachapoal y Colchagua, donde se cultivan variedades premium, la zona apta para vinicultura disminuirá en 25%.

Claro que no todo está perdido para la zona central. Una de las conclusiones del estudio es que se podrá recurrir a nuevas cepas que ofrezcan sabores similares, pero que se adapten mejor al nuevo clima. Y, según los autores del estudio del Ministerio del Medio Ambiente, la zona podría renovar su agricultura, optando por cultivos tropicales (cereales, cítricos, paltas y chirimoyas) beneficiados con la disminución de heladas y el aumento de temperatura.

BOSQUES QUE SE DESPLAZAN

Especies como el quillay, el boldo y el litre, el peumo y el maitén, que para todos son familiares en la zona central, podrían prácticamente desaparecer de los ecosistemas. Una posibilidad es que persistan sólo en áreas mucho más reducidas, como aquellas que mantendrán humedad en quebradas y en zonas costeras. Estos árboles forman parte del llamado bosque esclerófilo, que regula las cuencas de los ríos, absorbe agua alimentando napas subterráneas, evita riesgos naturales como deslizamientos de tierras y alberga una biodiversidad que incluye mamíferos como el zorro, el puma, así como numerosas especies de aves. Pero lo más común en la zona central de mediados de siglo será el matorral espinoso, un paisaje más seco, árido, parecido al que presenta actualmente la IV Región.

Más hacia el sur también habrá cambios en los bosques. A mediados de la década pasada, un estudio realizado sobre la base de los anillos de crecimiento de árboles por científicos del Núcleo Científico Milenio Forecos, de la Universidad Austral, había ya sugerido que la distribución de la vegetación austral estaba sufriendo transformaciones importantes. Ahora, Patricio Pliscoff, académico del Departamento de Geografía de la Universidad de Chile y que participó en el estudio que encargó el Ministerio del Medio Ambiente, explica que según el nuevo análisis, especies nativas como el alerce, la araucaria y el ciprés de las Guaitecas (especies de coníferas que conforman el llamado bosque resinoso característico del sur de Chile) tendrán más dificultades para adaptarse al nuevo clima debido a sus largos períodos de vida.

¿Por qué? En 1993, el científico y líder del grupo Milenio Forecos, Antonio Lara, publicó una investigación que analizando los anillos de crecimiento del alerce descubrió especímenes que tenían 3.600 años de edad en el sur de Chile, lo que convierte a estos árboles en una de las especies más longevas del planeta. Debido a que las huellas del clima también quedan marcadas en el crecimiento de los árboles (si llueve menos, el anillo es más delgado y viceversa), estas investigaciones han permitido también comprobar que el calentamiento global es un fenómeno que se ha acelerado en los últimos cien años. Pero esta misma longevidad juega en contra de estas especies de bosque nativo chileno: no alcanzan a modificar su ADN con la rapidez suficiente que necesitan para adaptarse a un clima con mayor temperatura.

Ahora bien. El estudio de la U. Austral y el IEB también revela que todos estos fenómenos se pueden mitigar, en parte, conservando las pequeños concentraciones de bosques que perdurarán, para crear microclimas que aprovechen sus características, en especial los de tipo esclerófilo. Por ejemplo: una zona de cultivo presenta menos temperatura si en su entorno existen estos bosques, ya que evaporan gran parte del agua que consumen, un proceso en el cual consumen energía del Sol y enfrían el ambiente. Desde hace cinco años que la académica de la U. Austral Olga Barbosa y su equipo del Programa Vino Cambio Climático y Biodiversidad, están trabajando en viñas para mantener "corredores" de vegetación alrededor de los parronales. "Ya se han sumado 14 viñas, con un total de 600 hectáreas como promedio, las que en su conjunto representan el 78% de las exportaciones", explica Barbosa.

Hay que agregar que, en contraste con otras especies como el pino y el eucalipto, que consumen mucha agua y saturan los suelos, los árboles nativos actúan como una suerte de "esponja": absorben el agua alimentando las capas subterráneas que alimentan vertientes y pozos.

DISMINUCION DE GLACIARES

Medidas como la mantención de los bosques nativos pueden resultar vitales, considerando que otra de las consecuencias de la disminución de precipitaciones y el aumento de temperatura es la pérdida de importantes reservas de agua, debido al sostenido retroceso que presentan los glaciares en todo el país. Un fenómeno que los estudios muestran se ha ido acentuando: se estima que el 90% de los glaciares en todo Chile ha disminuido en mayor o menor medida su volumen. Andrés Rivera, glaciólogo del Centro de Estudios Científicos (Cecs), es uno de los expertos que más ha estudiado estos glaciares. Utilizando sofisticados instrumentos científicos, las investigaciones en que ha participado han aportado evidencia para probar que el calentamiento global afecta con mayor fuerza a las zonas de altura, lo que contrasta con lo que ocurre en la zona costera. ¿Qué significa esto? El aumento de temperatura en las montañas implica que la línea de nieve sube y que, como resultado, hay menos precipitación sólida, haciendo que el volumen y masa del glaciar disminuya.

De esto hay ejemplos dramáticos en la Patagonia, como el glaciar Jorge Montt, que durante el siglo XX retrocedió 20 kilómetros. En tanto, estudios realizados en glaciares en la zona del Cajón del Maipo muestran que éstos han perdido entre el 15% y 20% de su área en los últimos 60 años. El descenso proyectado en las precipitaciones que muestra el nuevo estudio de la U. de Chile tenderá a incrementar este fenómeno, pero Andrés Rivera advierte que todos estos análisis se basan en modelos de predicción, que pueden ser en parte mitigados por fluctuaciones interanuales del clima, como fenómenos La Niña y El Niño. "Son tendencias que se superponen con la variabilidad climática, por lo que no es que estemos ante un escenario de extinción, sino de disminución de áreas", dice.

LA MITIGACION

Lo que nadie discute es que con la disminución de lluvias y de glaciares se presentará un déficit en la disponibilidad de agua. Leonel Sierralta explica que uno de los sistemas que se proponen para contrarrestar este fenómeno es la construcción de grandes embalses a partir del agua proveniente del deshielo, una suerte de "reemplazo" de la función que hasta ahora cumplen los glaciares que desaparecen. La idea es que estos embalses puedan ir liberando agua de forma paulatina en los meses secos, ayudando a conservar saludables cuencas de los ríos y manteniendo las reservas de aguas. Todo esto también ayuda a atenuar la desaparición de los bosques y a conservar los ecosistemas que los sostienen.

En el Ministerio del Medio Ambiente dicen que este estudio busca precisamente contar con información científica que permita adoptar políticas públicas que ayuden a contrarrestar estos fenómenos en el largo plazo: embalses, obras hidráulicas, sistemas de regulación hidrológica y mejoramiento de la red de canales de riego son algunas de las opciones a las que se puede acceder. "Las políticas cortoplacistas son insuficientes para tomar decisiones adecuadas para proteger nuestra riqueza natural", dice la ministra de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez.

La ministra agrega que se contempla una estrategia de Estado para combatir el nuevo escenario climático, un plan que se llevará a cabo en conjunto con otros ministerios. Esta estrategia considera nueve planes sectoriales de adaptación y un Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático. "El plan del sector silvoagropecuario está terminado, el de biodiversidad está entrando en consulta pública. Los otros siete planes son: Turismo, Energía, Pesca y Acuicultura, Salud, Infraestructura, Recursos Hídricos y Ciudades", concluye la ministra Benítez.





































































































































































































































































































































































Fuente:LATERCERA

Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
Diplomado en Coaching Ejecutivo ONU( 
  • PUEDES LEERNOS EN FACEBOOK
 
 
 
 CEL: 93934521
Santiago- Chile
Soliciten nuestros cursos de capacitación  y consultoría en GERENCIA ADMINISTRACION PUBLICA -LIDERAZGO -  GESTION DEL CONOCIMIENTO - RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL – LOBBY – COACHING EMPRESARIAL-ENERGIAS RENOVABLES   ,  asesorías a nivel nacional e  internacional y están disponibles  para OTEC Y OTIC en Chile

viernes, 21 de junio de 2013

desertificación

Chile celebra un seminario sobre desertificación y sequía con la participación del PNUD y la UE

Chile celebra un seminario sobre desertificación y sequía con la participación del PNUD y la UECámara de Diputados de Chile (Wikipedia).
  • El evento es organizado por la Comisión de Recursos Hídricos, Desertificación y Sequía, en conjunto con la PNUD y la Unión Europea.
  

(Cámara de Chile) Con la especial participación de la presidenta de la Comisión de Recursos Hídricos, Desertificación y Sequía, diputada Adriana Muñoz (PPD), del diputado Mario Bertolino (RN) y de representantes de la Unión Europea (UE) y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Cámara de Diputados inauguró el Seminario "Desertificación y sequía: análisis de la situación actual, proyecciones y propuestas".

El encuentro, que se desarrolló en el Congreso Nacional, sede Santiago, comenzó a las 10:00 horas con una amplia concurrencia compuesta por diputados de diversas regiones, expertos en materia dedesertificación y sequía, representantes del mundo académico e interesados de las comunidades afectadas por esta situación, particularmente del norte de Chile.

La apertura estuvo a cargo de la diputada Adriana Muñoz, quien, llamó a conformar una alianza público-privada de carácter técnico, que permita dar vías de solución al problema. Planteó que, a través de esta instancia, sería posible describir un diagnóstico más acertado de la situación chilena, al tiempo que se realizarían propuestas específicas que pueden ser tomadas por la Comisión como proyectos de ley.

La legisladora destacó que el evento coincide con el Día Mundial de Combate contra la Desertificación, lo que demuestra el internacional por el problema, el cual estaría afectando en la actualidad a cerca de 168 países.

El diputado Mario Bertolino, representante de la Región de Coquimbo, al igual que la diputada Muñoz, recalcó que este es un tema de primera necesidad para Chile, y valoró la posibilidad que brinda este encuentro para analizar junto a expertos y a las comunidades afectadas por la sequía y la desertificación, fórmulas que permitan a nuestro país adelantarse a los conflictos venideros provenientes de la falta de agua.

"En la medida que seamos capaces de anticiparnos y de poder tomar medidas que nos permitan sortear, evitar o manejar las consecuencias que este fenómeno nos puede provocar en la naturaleza, creo que estamos haciendo un aporte al país y a la humanidad", sentenció.

Este problema se seguirá agudizando con el tiempo.

La representante de la Unión Europea en Chile, Alexandra Kanapton, recalcó que la información actual y los pronósticos indican que este problema se seguirá agudizando con el tiempo, por lo cualestimó preciso que los distintos sectores, Gobierno, comunidades y organizaciones no gubernamentales, aúnen esfuerzos y estrategias a nivel global.

Comunicó que la UE ha incorporado la lucha contra la desertificación dentro de las prioridades de suestrategia ambiental y energética con vista al año 2020, convencida que las políticas públicas que mejoran integralmente la calidad de suelos, bosques y aguas de una comunidad, contribuyen a disminuir su pobreza, a garantizar su seguridad alimentaria, a disminuir riesgos de desastres naturales y a ayudar en su convivencia con los vecinos con los que comparte el territorio.

"Estamos aquí para ofrecer nuestra colaboración junto con al PNUD, la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) y centros de investigación de Francia y España para profundizar el conocimiento del problema en Chile y para compartir la experiencia que hemos sumado junto a Naciones Unidas en siete años de trabajo con comunidades en Chile, beneficiando a más de cuatro mil familias entre las Regiones de Coquimbo y Los Lagos", puntualizó.

Raúl O'Ryan, representante del PNUD, señaló que, desde 2001, le han asignado una real importancia y esfuerzo al tema de la desertificación. Informó que, en ese año, se convocó a una mesa de expertos de distintos ámbitos a debatir sobre el tema, para luego derivar el trabajo directamente con comunidades de la Región de Coquimbo, en donde se pudo comprobar in situ cómo este fenómeno se une a situaciones de pobreza, migración, falta de oportunidades, pérdidas económicas y desmejora en la calidad de vida de las personas afectadas.

Dijo que desde 2006, el PNUD es socio estratégico con la UE para desarrollar programas de lucha contra la desertificación. "Se han implementado proyectos concretos y con ello hemos relevado la importancia de la acción local; la incorporación de la temática a nivel de políticas públicas a partir de éstas. Por ello, nos unimos a esta celebración compartiendo parte de nuestro trabajo en dos publicaciones: una que da cuenta de las experiencias a nivel comunitario y la segunda un manual de artefactos eficientes en el uso de leña y energía solar", acotó.

Finalmente, el director de la Biblioteca del Congreso Nacional (BCN), Alfonso Pérez, invitó a los asistentes a visitar el sitio web de la institución con el objeto de aprovechar los estudios realizados por los profesionales de la BCN y para utilizar un servicio georreferencial instalado en el sistema, que permite cruzar a los usuarios información con otras quince organizaciones relacionadas con la temática de sequía y desertificación. 

Comentarios

Fuente:

Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
Diplomado en Coaching Ejecutivo ONU( 
  • PUEDES LEERNOS EN FACEBOOK
 
 
 
 CEL: 93934521
Santiago- Chile
Soliciten nuestros cursos de capacitación  y consultoría en GERENCIA ADMINISTRACION PUBLICA -LIDERAZGO -  GESTION DEL CONOCIMIENTO - RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL – LOBBY – COACHING EMPRESARIAL-ENERGIAS RENOVABLES   ,  asesorías a nivel nacional e  internacional y están disponibles  para OTEC Y OTIC en Chile